Ha nacido una ilusión, llevaba mucho tiempo dándole vueltas a la idea de abrir un espacio en el que las mamás y los papás podamos compartir nuestras vivencias, preocupaciones, anhelos y, sobre todo, soluciones. Mi reto necesitaba ayuda, para ello puse a mi hermana Eva a trabajar en este proyecto. Quién no ha querido ser alguna vez una princesa, por lo que ¡¡AQUÍ ESTAMOS!! y te ayudaremos en lo que necesites. Anímate a entrar en acción

lunes, 18 de marzo de 2013

Más que premios y castigos

Articulo de El País Semanal, en la sección de psicología
Más que premios y castigos, es un articulo que se publicó en el semanal del periódico el País. Este articulo, realmente, no cuenta nada nuevo, pero sirve para recordarnos que los niños están dispuestos a todo, por ganar nuestra aprobación y nuestro cariño.
 
 
Somos su referente y su referencia y eso nos convierte en los responsables de su educación, y aunque nos parecezca que no, también nos equivocamos. Así que me gusta repasar pautas que me lleven a una educación en positivo: premiar intentos, pedir y no ordenar, hablar , comunicarme, expresarme, admitir mis errores ....esto me hace estar mas cerca de ellos y me hace creer que evito muchas situaciones que se pueden evitar ,.... pero como buena madre, se me olvida. Así que de vez en cuando tengo que  repasar, porque educar no es una ciencia exacta.

De este artículo me gusta  una columna que aparece en el artículo con el nombre: CARTA DE UN HIJO A TODOS LOS PADRES. Dice lo siguiente 

 

  • No me des todo lo que te pido.

  • No me grites. Te respeto menos y me enseñas a gritar a mí también.

  • No me des siempre órdenes. Si a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

  • Cumple las promesas buenas y malas.

  • No me compares con nadie.

  • No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión.

  • Déjame valerme por mí mismo. Si haces todo por mí, yo nunca aprenderé.

  • Cuando haga algo malo, no me exijas que te diga el por qué. A veces ni yo mismo lo sé.

  • Cuando estés equivocado, admítelo. Crecerá la buena opinión que tengo de tí y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.

  • Cuando te cuente un problema mío no me digas "no tengo tiempo para bobadas", o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.

  • Y quiéreme. Y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas que es necesario decírmelo. 
 
Imprimir

No hay comentarios:

Publicar un comentario